Aquí se escribe sobre...

Todo aquello que aún se recuerda de nuestra infancia, los juegos, las experiencias, lo que comíamos, lo que veíamos o lo que creíamos que eran las cosas cuando nadie nos explicaba. Aquí se retrocede para traerlo de vuelta

El llamado

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Recordado por Quiltro | Categoría(s) | El día martes, mayo 04, 2010



La pareja de mi madre desde muy niños nos crió a mi y a mi hermana. Y cuando nos iba a buscar a algún lado siempre lo reconocíamos porque nos silbaba. con un sonido característico. Es raro el recuerdo que me produce. Puedo recordar la sensación de alegría al escucharlo. Si hubiese tenido cola de seguro la hubiese movido. Con el tiempo eso dejo de ser así. y he conocido gente a la cual sus padres le hacían lo mismo.
En parte ahora que lo pienso me da un poco de vergüenza descubrir que casi estaba como amaestrado. Una especie de reflejo condicionado. Pero a la vez también me da nostalgia recordar aquellos tiempos en que es obvio que alguien siempre estará ahí cuando las fiestas terminen, cuando sea la hora de descansar y debas volver a la casa. El silbido entonces, se convierte en algo tan esperado que daba alegría escucharlo, aunque fuera el término de la entretención.









Otra vez mi vieja...

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Recordado por Quiltro | Categoría(s) , | El día lunes, febrero 08, 2010

Uno siempre tiende a coleccionar cosas. Primero me di la lata de recortar autos de revistas y pegarlos en un cuaderno. Sin orden alguno, sin categorías. Era una actitud copiada de mis compañeros de curso y por ende no tenía para mi otra finalidad que coleccionar recortes.
Recuerdo también producto de estar enfermo, dibujar en un cuaderno las banderas del mundo. Al principio me pareció fácil pero cuando me tope con Arabia Saudita, quise acuchillar a los inventores de aquella tan burda bandera.
Por eso no me quedé a gusto y seguí copiando las aficiones de mis compañeros. Esta vez eran cajetillas de cigarros. tenía miles en una bolsita: Benson and Hedges Jockey club, Camel, Dunhill, Derby, y un montón de cigarros que ahora ni pista les veo.
Lo triste de esta aficción por coleccionar cosas (una vez tuve un tarro de hojas cortadas meticulosamente de arboles) es que mi madre no la comprendía.
Sólo disfrutaba de mis colecciones hasta que desaparecían misteriosamente de mis "escondites secretos". Una bolsa llenas de cajetillas de cigarro, no pueden ocultar el olor a nicotina, por muy dentro del clóset. Mi madre bien lo sabía aunque me juraba que no entendía como misteriosamente las cosas simplemente se iban de mi pieza a la basura.