Recordado por Quiltro | Categoría(s) Medios de Transporte | El día miércoles, julio 29, 2009

Me da nostalgia. La micro la tomé alguna vez cuando costaba 50 pesos. Esas que tenían como caras de animales siempre con los ojos alerta. Asientos como butacas viejas de cine y el suelo metálico con diseños de palitos zigzagueantes. Cuando era chico si alguien me preguntaba donde vivía yo respondía con total seguridad "Bilbao Lo Franco" qué iba a saber yo que ese era el nombre del recorrido. Las micros eran antes muy distintas entre sí. Variaban en tamaño, forma, marca, colores, llantas. Me gustaban sus neumáticos con huincha blanca, su palanca de cambios con insectos en la bola, o ese material como de pelota saltarina, sus distintos ruidos del motor. Cómo olvidar sus letreros de recorrido "Pila-Ñuñoa", "Carrascal-San Carlos", "Nuevo Amanecer", "Plaza Egaña-Lourdes" o "Matadero Palma" de la línea cuatro Ases.
Cuando salieron las amarillas, fue un duro golpe a mi viaje en micro. Toda esa ansiedad del gobierno por ordenar lo que en realidad no molesta. Si hasta los boletos desaparecieron, para matar la entretención. Ya nadie suma los números para saber con que letra empieza el nombre del amor de su vida.No creo que hayan sido mejores en calidad de servicio, que los buses de ahora. Pero tenían colores, tenían vida, detalles en que distraerse. La gente ahora se sube a un bus sin espectativas, pues todos saben que es blanco con verde, ni tampoco espera un vuelto y un boleto. ahora todos nos ponemos audífonos para ni siquiera mirarnos



